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Me llamo David y me encanta la música celta y sobre todo desde que fui a Ortigueira 2005. Entre mis grupos favoritos están The Chieftains, Gwendal, Carlos Nuñez, La Musgaña (folk castellano), El Espíritu de Lugubre, Milladoiro, Lyam Oflynn, Luar Na Lubre... (anagrama6@hotmail.com)

jueves, 15 de mayo de 2008

Escocia I

Escocia (en inglés, Scotland; en gaélico escocés, Alba; en idioma escocés, Scotland) es el más septentrional de los cuatro países constituyentes que forman el Reino Unido. Junto con Inglaterra y Gales, forma parte de la isla de Gran Bretaña, abarcando un tercio de su superficie total; además consta de más de 790 islas. Limita al norte y oeste con el Océano Atlántico; al este con el Mar del Norte, al sur con Inglaterra y al suroeste con el Canal del Norte y el Mar de Irlanda. El territorio escocés abarca 78.772 km2, y su población se estima en 5.116.900 habitantes, lo que da una densidad de población de 65 habitantes por km2. Aunque la capital es Edimburgo, la ciudad más grande de Escocia es Glasgow, en cuya área metropolitana vive cerca de un 20% del total de la población escocesa.


El Reino de Escocia era un estado independiente hasta 1707, fecha en la que se firmó el Acta de Unión con Inglaterra, para crear el Reino Unido de la Gran Bretaña. Pese a esta unificación, Escocia sigue teniendo un sistema legal distinto del de Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte, y es considerada en el derecho internacional como una entidad jurídica distinta. La pervivencia de unas leyes propias, y de un sistema educativo y religioso propios han contribuido a mantener la cultura escocesa a lo largo de los siglos.


Desde el siglo XIX existe un creciente independentismo escocés, representado por el Scottish National Party (SNP, Partido Nacional de Escocia), que aboga por la independencia de Escocia y que obtuvo la mayoría simple en el Parlamento escocés en las elecciones de marzo de 2007. Sin embargo, Escocia no es un estado soberano, y por lo tanto no es considerado como miembro independiente en organismos como las Naciones Unidas o la Unión Europea.

A lo largo de los siglos, la cultura de Escocia se ha moldeado con la amalgama de distintos elementos. Existe una importante actividad artística, tanto musical como dramática y literaria, influida poderosamente por fuentes tradicionales escocesas, aunque también abierta a influencias externas, en especial europeas. La música ocupa un importante lugar en la cultura escocesa. El instrumento tradicional escocés más destacable es la gaita, en particular la gaita de las Highlands, un instrumento de viento consistente en uno o más tubos sonoros alimentados por una reserva de aire contenida en una bolsa. El Clàrsach o arpa celta, los violines y el acordeón también son instrumentos tradicionales escoceses, especialmente los dos últimos, que forman parte de una típica banda para danzas tradicionales escocesas. Los emigrantes escoceses llevaron consigo muchas de estas formas tradicionales de música, que influyeron en sus países de acogida, por ejemplo en la música country estadounidense En el panorama musical moderno, existen muchas bandas y artistas originarios de Escocia, tales como Belle & Sebastian, Primal Scream, Travis o Snow Patrol.


La literatura escocesa incluye los textos escritos en Escocia, en inglés, gaélico escocés, escocés, francés o latín. El considerado "poeta nacional", Robert Burns, escribió tanto en escocés como en inglés, aunque gran parte de su obra está escrita en una versión simplificada del escocés accesible para un público más amplio. Otros escritores escoceses de renombre internacional son Sir Walter Scott y Arthur Conan Doyle, cuyas obras tuvieron una repercusión internacional a finales del siglo XIX. James Matthew Barrie, autor de Peter Pan, fue el creador del movimiento conocido como "escuela de Kailyard", también a finales del siglo XIX, que volvió a poner de moda la fantasía y el folklore en la literatura. Esta tradición literaria ha sido considerada por algunos críticos como un freno a la evolución de la literatura escocesa, ya que se centraba en una imagen pastoril e idílica de Escocia. Algunos novelistas modernos, como Irvine Welsh (autor de Trainspotting), han optado por reflejar las realidades más crudas de la vida contemporánea en las ciudades escocesas, utilizando para ello el inglés de Escocia.

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