
En el momento de su máxima expansión geográfica (siglos IV y III a.C.), los celtas ocuparon una vasta región que se extendía, por el oeste, desde Irlanda hasta España, y llegaba hasta Europa Oriental.
Al intentar definir a los antiguos celtas, nos enfrentamos a muchas dificultades. La mayoría de ellas están relacionadas con los diferentes tipos de testimonios que se emplean para identificar a estos pueblos. Las primeras noticias que tenemos sobre los celtas proceden de los historiadores griegos como Hecateo de Mileto, que menciona a los Keltoi aproximadamente en el año 500 a.C.; y Heródoto que se refiere a ellos en sus Historias.
Para los autores clásicos, el término "celta" hacía referencia a una amplia descripción geográfica. De una manera u tra, debió haber suficiente unidad, en cultura material y, quiza también en lengua, dentro de gran grupo de pueblos que vivieron en gran parte de la Europa no mediterranea, pues sus vecinos clásicos los identificaron como una identidad homogénea, con un nombre común.
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